¿Qué ha pasado con Flickr?
Desde hace tiempo la fotografía ya es parte de nuestras vidas. La generalización en el uso de dispositivos capaces de realizar imágenes de calidad y la facilidad de uso de estos últimos ha provocado que millones de personas se apunten a la moda de las fotos. Hábito o moda, el caso es que mientras los usuarios se preocupan por encuadrar y enfocar sus imágenes, el mundo online se ha diversificado para dar cabida a todo tipo de gustos y necesidades. Ya no hace falta tener una reflex para triunfar en el mundo de las fotos online.Flickr nació como una plataforma que albergaba las creaciones artísticas y creativas de todo tipo de fotógrafos -o no fotógrafos-. Las ventajas siguen siendo claras: Flickr apuesta por el respeto al autor y al Copyright y por el hosting de fotografías propias. ¿Pero qué pasa con todos aquellos a los que les gusta hacer fotos sin un objetivo lucrativo? Puede que esta falta de visión social es lo que haya promovido la creación y éxito de otros soportes más a la orden del día.
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El punto clave de las nuevas plataformas es su característica más social. Éste es, por ejemplo, el punto fuerte de Pinterest, una red accesible a través de Twitter o Facebook en la que el objetivo se convierte en un proceso comunitario de compartir imágenes a través de tableros. Aunque Flickr también cuenta con diferentes botones sociales, no está creado de cara a un propósito de colectividad. Otro de los puntos flojos es la falta de concepto mobile. Si hay algo de lo que nadie duda es la hegemonía de Instagram en el mundo mobile. El límite entre app y red social en el mundo de la fotografía está cada vez más difuminado. Las apps sociales son el futuro de la industria de las redes, y aunque Flickr cuenta con la suya propia, no es suficiente. Las tendencias entre los usuarios sugieren que la fugacidad de las fotografías ya no es un problema -que se lo digan a Snapchat-. ¿Sigue siendo entonces el Copyright un hecho importante para la mayoría de usuarios?
Este entramado social hace que las nuevas plataformas sean más accesibles y facilitadoras para la comunicación entre empresas y usuarios, ya que el objetivo común no es la fotografía (en el sentido artístico de este campo), sino la interacción. Lo importante no es crear las imágenes más impresionantes, sino el hecho de compartirlas.Flickr por otro lado sigue siendo el almacén perfecto para la fotografía más profesional, preocupada por los derechos de autor y el hosting de imágenes online. Así es como su modelo de negocio sigue funcionando, pese a que en los últimos años parece estar perdiendo poder en el campo de batalla.
¿Hasta qué punto creéis que el mercado está repartido? ¿Creéis que tiene futuro?
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